
Una mañana, Mel -una neoyorkina que tiene un empleo ingrato y un novio todavía menos atractivo- descubre que el tumor que tiene en la garganta es maligno. El diagnóstico es terminal y pone punto final a su trabajo y a su relación. En lugar de meterse en la cama a agaurdar la muerte, Mel se embarca en una celebración sin fin en la que se dedica a satisfacer los caprichos y fantasías que siempre ha tenido.
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