Juventud, belleza, inteligencia: ese es Trevor. ¿O no? Trevor se encuentra atrapado entre su odioso trabajo de telemarketing y una relación enfermiza con Darrell, un heroinómano que se encuentra en el hospital. Es en ese momento, entre las rachas de malhumor, rabia y aburrimiento que le provocan sus mejores amigos Andie y Jake, es que encuentra a un internista amable y bueno: Ephram. Una noche juntos, lo impulsa a tomar las decisiones que temía y en una fiesta donde celebra su estatus seronegativo, se desata el infierno: su pareja está listo para arruinarlo todo, su nuevo novio le hace ver que no está listo para una relación seria y Andie le hace una confesión devastadora.
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